
...las imagenes mentales son a prueba del tiempo...jeje..bueno...al menos por cierto tiempo...mientras tienes vida, es decir tiempo. Un niño de 5 años pasó por aquí construyendo historias de la mano de sus figuras de plástico ...siempre tarzán...a veces montado en un león, a veces en una pantera, a veces en un búfalo cafre...pero siempre tarzán. Una y otra vez , año tras año....visitando este lugar de la mano de sus padres, entre peleas con sus hermanos...yendo de un lado a otro entre complicidad y competencia...la complicada vida de un niño que vive en dos mundos...que comparte su corazón con el hígado, un niño impulsivo y firme en sus enojos....a veces débil....siempre un niño, que huye de cosas que nadie sabe, un niño que sobrevive a los abismos en donde muchos mueren o se pudren en la más amarga de las soledades...un niño que guarda un amargo secreto...y una sed de perdón o venganza.
A veces recostado en el pasto miraba a través del tunel...y con las uñas tallaba los detalles faltantes, buscando la perfección del lugar, escenario de grandes batallas y amargas lagrimas. Tallando canalitos para que el agua alcanzara los brotes de moho que desde siempre le han significado vida...que la vida hace lo que quiere donde la lógica dice no.
Y tomó esa foto...como sabiendo que pronto dejaría de existir...como una muestra de que pasó por ahí, como si no confiara en la memoria, como si los recuerdos estuvieran cargados de veneno...el perdón no viene de uno...pero arrastra el alma como el viento a un papalote y te hace olvidar...y mirar el dolor alejarse como por la ventanilla del tren, el viento golpeando tu nuca, rasguñando tus cabellos y desprendiendo el dolor, diluyendolo en el aire.....ahora..hoy...todo eso es polvo.
